Cultivamos vínculos genuinos, miradas atentas y presencia amorosa con cada persona que se acerca a GIROS: niños, familias y docentes.
Creemos en el poder del detalle, en un ambiente cuidado y ordenado que inspire calma y confianza, y en la dedicación como forma de demostrar que cada uno importa.
Sostenemos un trato respetuoso hacia los tiempos, necesidades y emociones de cada ser.
Respetamos la individualidad y el espacio de cada persona, poniendo límites claros y amorosos, acompañando con el cuerpo y la palabra, y creando un entorno donde todos puedan ser quienes son sin sentirse invadidos.
Creemos que aprender, criar y trabajar pueden vivirse con disfrute.
Buscamos generar experiencias que despierten curiosidad y alegría, que hagan sonreír y conecten con el placer de estar presentes. Queremos que niños, familias y docentes encuentren en GIROS un espacio donde se sientan plenos y motivados.
En GIROS estos tres principios nos inspiran y guían cada paso.
Están presentes en nuestras propuestas, en el ambiente que creamos y en el modo en que nos vinculamos con los niños, las niñas y sus familias.